Hermenéutica de la Obra

El cine como el arte en general trata de hacer visible lo invisible, uno de los retos más fuertes del cineasta ha sido intentar pasar a la pantalla la esencia del libro “The Maze Runner” escrita por James Dashner; en donde  el cineasta Wes Ball, dará forma a los actores, color a los escenarios impregnándole sus emociones y sentimientos así como su experiencia en la industria cinematográfica y el impacto que genera en los espectadores.

Al paso del presente texto se observara a una película la cual invita especialmente a la por lo que la pregunta a responder a lo largo del ensayo será ¿Si, el autor en su idea de presentar el libro en pantalla grande se ve envuelto en la estética pretendiendo conservar las formas del genero ficción, o, Si presento un nuevo concepto del libro sin perder su esencia creando arte?, por lo que se leerá un escrito centrado en un primer momento en el los actores principales de la novela haciendo una comparación libro- película, para pasar al contexto en el que se desarrolla, rescatando sus elementos principales, como el laberinto, las bestias, el proyecto C.R.U.E.L. y el ambiente presentado por ambos artistas, desde su particular enfoque, para finalizar con el desenlace del drama el cual utilizo el cineasta pero haciendo una reflexión de las líneas escritas por James Dashner todo ello con el fin de dar respuesta  a la pregunta planteada anteriormente.
Por lo anterior es preciso presentar  los dos conceptos antes mencionados Estética y Arte. En donde el primero “aborda lo bello como manifestación o aparición sensorial de la idea” (Hegel, 2008, p. 129). Siempre apegandose a formas preestablecidas busca concervar lo ya dado, en tanto el arte es “conocimiento” (Hegel, 2008, p. 135) es la comprension del entorno pero despojandose de tiempo y espacio de formas y figuras preformadas, es jugar con lo que es y no puede ser.
El cineasta al retomar la novela está sujeto a reglas de interpretación, condicionado en un primer momento al impacto que debe generar la película ante un determinado público y por otro lado hacerla parecer una película de ciencia ficción y suspenso innovadora pero con un sentido de aventura, para llegar a esta creación el director se apegó a películas anteriores como la de “Los Gonnies” y “Regreso al Futuro”, reduciendo la película a un molde, siguiendo cánones previamente establecidos, siendo una réplica de la obra de James Dashner pero añadiendo su toque de efectos visuales, en palabras de Hegel que:
 La estética [...] como manifestación o aparición sensorial de la idea, de lo existente en sí y para sí, es decir, de la verdad real que es el objeto específico y propio de la reflexión filosófica. De esta manera se empobrece y se enaltece a un mismo tiempo a la apariencia. (2008, p. 129)
En tal sentido, se reduce la esencia de la obra literaria al impacto visual, emocional y dramático que ofrece la película, alejándose de esa esencia de fantasía que muestra el escritor. Observando un ejemplo claro, en donde el cineasta no pretende plasmar la misma figura del laberinto siendo: cuadrado con líneas paralelas y perpendiculares, sino que propone un nuevo concepto en cuanto a  formas redondas asemejándolo a un reloj pero sin salirse de lo clásico que es un lugar grande y abierto y con grandes muros, la nueva imagen se ve “despojada de su autonomía” (Hegel, 2080, p. 129).                                
Thomas un joven, tímido, analítico, solitario mostrándose así en las primeras líneas del libro, en tanto que, en la película se trata de un joven valiente, aventurero, el cual muestra su capacidad para comunicar y expresar lo que piensa, relacionándose con los habitantes del lugar de manera espontánea, ya que en todo momento insistía para conocer las causas, situaciones y eventos que ocurrían por estar ahí.
 El entorno en donde se desarrolla la trama de la historia es un lugar tanto en el libro como en la película un terreno de grandes muros que en su totalidad forman el llamado “Laberinto”, además, existen espacios en los cuales se desarrollan diferentes actividades que son necesarias para la supervivencia, especificadas en la obra literaria; la caja que se plasma en ambas obras era la misma que permitía el suministro de alimentos así como de ropa, en el libro la alarma que sonaba una vez al mes que era cuando llegaba un nuevo miembro al área era la misma que no les permitía perder la noción del tiempo, misma que les servía como referencia para saber el momento exacto para adentrarse al laberinto con el objetivo de obtener información del lugar como la posible salida.

Así mismo, en la obra escrita se especifican las funciones de cada habitante, los lugares, cuáles eran sus roles y las reglas dentro del Área, lo cual corresponde a una “obra autentica es aquella hacia la cual se orienta la vivencia estética; lo que está abstrae son los momentos no estéticos que le son inherentes: objetivo, función, significado de contenido (Gutiérrez, 2008, pág. 138)”. Siendo lo contrario en la película, donde solo se hace mención de cada uno esos elementos; el cineasta solo refiere una función, la cual es la de corredor, evitando la ambigüedad de dicha actividad.
La verdad del arte radica en que no deja al sujeto confrontado estéticamente tal como era y en que interviene en la existencia humana modificándola. La condición de la posibilidad de esa intervención modificante radica en la manera de ser de las obras de arte (Gutierrez, 2008, p. 139).
                               
De acuerdo a lo dicho, Wes Ball al retomar a las bestias que atemorizarían a los habitantes del laberinto crea a criaturas biomecánicas gigantescas, con patas puntiagudas de las cuales salía un aguijón para atacar a los jóvenes inyectándoles un veneno letal,  encontrando su inspiración en criaturas con forma de tarántula por cierto muy utilizadas en el cine por el  terror que causan en las personas y el simbolismo que han adquirido en las diferentes películas de suspenso.
Por tal motivo la elección de cambiar a los animales que presenta Dashner en su libro se debió al que eran unos “animales amorfos con púas plateadas y carne brillante y de siniestros miembros a modo de brazos los cuales tenían mecanismos en los extremos: una cuchilla a manera de sierra, una colección de tijeras, varillas largas cuya función era contaminarlos de un virus siendo su base de inspiración las orugas, observando el director que tales animales  no generaban impacto alguno ante la audiencia, por tal motivo,  no son retomadas y llevadas a la  pantalla grande, por lo anterior el cineasta decidió llevar acabo la modificación total de la creación del escritor, alejándose totalmente de aquel sentido artístico debido a que no logra emanciparse de esa condición de impacto de la película al respecto menciona (Gutierrez, 2008, p. 139).
La verdad del arte radica en que no deja al sujeto confrontado estéticamente tal como era y en que interviene en la existencia humana modificándola. La condición de la posibilidad de esta intervención modificante radica en la manera de ser de las obra de arte.
                            

En otro sentido de ideas se observa la escena del lugar donde salen los penitentes en donde es un área en la cual flotaba un cuadrado invisible semejante a un  acantilado o quizá un barranco al parecer cubierto con un holograma que impedía la vista a  Minho y a Thomas. En contraste a esto la película muestra al espectador un túnel oculto entre los muros que solo podía ser develado mediante el radar que tenían dentro los penitentes, mismo que poseían los protagonistas, ya que se lo habían extraído a las arañas biomecánicas posterior al enfrentamiento que tuvieron el cual termino con el aplastamiento del animal, el cineasta busco plasmar una escena en donde el espectador se viera rodeada de misterio y suspenso, dejando de lado la fantasía empobreciendo una de las escenas con mayor carga significativa ya que el ubicar a los personajes sentados aventando piedras representa esa primer idea llevada a cabo mediante la experimentación en busca del conocimiento, representando la perseverancia en tanto el ponerles un estilo de brújula concediendo pequeñez a la historia quitándole complejidad.
En el desenlace de la escritura se muestra cuando los habitantes planean el escape adentrándose al laberinto, sin importar que algunos de ellos se quedaran en el intento, resultando con la muerte de varios compañeros de Thomas, algo que en la filmación no sucede, ya que de todos los que realizan la travesía terminan el viaje. También se observa en la forma de lo que ocurre cuando cruzan la puerta de salida, en este sentido Gadamer refiere que “En la representación escénica emerge lo que es. En ella se recoge y llega a la luz lo que de otro modo esta siempre oculto y sustraído” (Gutiérrez, 2008, p. 141).

Ya que al final del laberinto se encuentra una explicación que era inminente del porque estaban ahí y cuál era el fin de correr para encontrar una salida, pero no es la misma que plasma Dashner en su obra ya que en esta en su mayoría es distinta, describiéndola de manera puntual dejando ver que en las dos historias si logran salir descubriendo los motivos del encierro.
En tal sentido según el mismo Gadamer refiere “la negación de la experiencia de verdad es una limitación inaceptable de las posibilidades de experimentar arte” (Gutiérrez, 2008, p. 139), entendiendo esto como aquel momento en que si no se conoce la verdad de algo, ya sea por limitaciones no sería posible llegar a un arte. Observándose en la película no se ve alterada en personajes y en historia sin embargo altera el contenido, pues el cineasta tenía que engrandecer ciertos aspectos para generar que esta sea llamativa e interesante ante el observador generando en ellos la necesidad de consumirla.
Para finalizar, ambos autores permiten observar dos percepciones diferentes; por su parte Wes Ball se preocupa por detallar los sucesos considerados por el cómo más relevantes de la historia, haciéndolos de manera más estética y captándose de manera más sencilla por el observador, mismo que se ve reflejado en lo que Gadamer refiere en la obra ¿El Arte al Servicio de la Filosofía? (2008):
El que tiene sentido estético sabe separar lo bueno de lo feo, la buena de la mala calidad, y el que tiene sentido histórico sabe lo que es posible y lo que no lo es en un determinado momento y tiene sensibilidad para captar lo que distingue al pasado del presente.
Es por eso, que en la película el cineasta elimina aspectos importantes esenciales, tal es el caso de la estructura que presenta la aldea, las funciones, las reglas que deben seguir los habitantes, el procedimiento para ser corredor, la forma en que mueren los actores, la explicación de la  salida y lo que ocurre cuando logran salirse del laberinto, la comunicación telepática entre los actores principales.
 Lo anterior deja ver que Wes Ball restó importancia al sentido artístico ya que se basó en cumplir las expectativas de un público y de una casa productora, preservando así lo estético en donde concedió mayor importancia a los efectos visuales, haciéndola deficiente en esencia pues evito la fantasía y el suspenso que ofrecía la lectura, prefiriendo dar una explicación más concreta, de la historia, por lo que el cineasta se deja llevar por una construcción estética que genere ingresos económicos y a su vez demande un segundo film

Justificándola con la siguiente frase: “El arte es conocimiento y que la experiencia de la obra de arte permite participar en ese conocimiento. En otras palabras, la negación de la experiencia de verdad es una limitación inaceptable de las posibilidades de experimentar arte” (Gutiérrez, 2008, p. 139). Luego entonces el llevar el libro a una película debió haber sido experimentado en el sentido de jugar con las formas, entendiendo el pensamiento del autor a través de sus demás libros escritos, llegando a un conocimiento profundo de las pretensiones que tuvo al escribir la obra, para así obtener una película con mayor profundidad libre de ataduras la cual no conoce tiempo  ni espacio.



Bibliografía

¿El Arte al Servicio de la Filosofía? (2008). En C. Gutiérrez, Ensayos Hermenéuticos (págs. 126-141). México: Siglo XXI Editores.
G.W.F. Hegel. (2008). Estetica, tradicion. En C. Gutierrez, Ensayos Hermenéuticos. México: Siglo XXI .

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